Hablemos del dinero.

25.08.2021

Algo que me encanta hacer es escuchar podcast. Soy fan.

Hace un tiempo me crucé con las chicas de "Concha podcast" y el episodio sobre Finanzas me voló la cabeza. En este episodio conocí a Sabrina Castelli, co fundadora y CEO de @mujerfinanciera. Hace unos días y escuchando los podcast de Charuca, volví a encontrarme con Sabrina y sentí la necesidad de hablar de la relación entre ser mujer y el dinero.

Cuando pensé a Estudio Brandis, lo hice como un espacio destinado a las mujeres. A aquellas que, como yo, desean ser independientes y competitivas dentro del mercado laboral. Pensar Identidades, empoderar la comunicación visual de un proyecto para alguien, me apasiona...pero no siempre fué rentable para mí (y a veces cuesta que sea estable) lo cuál hizo que me replanteara qué estaba cobrando y porqué lo estaba haciendo de esa manera.

Si me conocés, sabés que soy una persona a la cual las terapias alternativas como medio de búsqueda de respuestas me gustan mucho y he transitado por varias de ellas, lo que me ha permitido viajar al pasado y encontrarme con mis orígenes.

Resulta que, como la mayoría de los Argentinxs de mi generación, vengo de familia de inmigrantes. En mi caso, mis abuelos españoles llegaron a mi país huyendo de la Guerra Civil por el régimen de Franco.

Así que en mi sangre viajan los recuerdos del sufrimiento, del desarraigo forzado, de la hambruna, del dolor y del miedo a un lugar nuevo e inesperado. Aunque también el aventurarse hacia lo desconocido, a crear algo propio sin el sostén de alguien más, a acostumbrarse al cambio constante y al lienzo en blanco, donde se puede pintar aquello que una desee.

Para mis abuelos era importante lo seguro y tenían una clara mentalidad de escasez. Y mis abuelas jamás estuvieron en contacto con la economía del hogar, no tuvieron la posibilidad de tomar decisiones al respecto porque eso era, claramente, algo de "hombres".

Mis padres son profesionales que trabajaron 30 años en el mismo sitio y que jamás emprendieron. Siempre vivieron de un sueldo y de hacer malabares con lo que se tenía en el mes. Lograron grandes cosas y lo más importante, me permitieron tener una vida tranquila, no acomodada, pero consciente de mis privilegios y que hizo que hoy pueda permitirme incursionar en esta aventura que es emprender (y más aún, en Argentina).

Me encanta el hecho de poder crear mi propio sustento, pero debo reconocer que la inestabilidad es agotadora y siento que, si bien no debería renegar de mi pasado porque es parte de lo que soy hoy, a veces me condiciona. 

Una de las chicas en el podcast dijo que sentía que aún hoy no está del todo bien visto que una mujer quiera ganar dinero con lo que hace, que sea ambiciosa, porque en un punto se espera que lo haga gratis, desde el amor, desde ese mismo amor con el que se cría a los hijos sin esperar nada a cambio... ¡Uy, me voló la peluca!

Cuando empecé a trabajar de Diseño, luego de que me recibí, no tenía idea de qué cobrar por mis servicios. Me llevó muchos años, pues en la facultad nadie te orienta, no hay educación financiera en ninguno de los niveles educativos. Hoy sé, luego de muchas idas y vueltas y fracasos constantes qué debo tener en cuenta para saber cómo cobrar y porqué lo hago: lo que ofrezco, el público objetivo, mi costo de vida y mi capacidad productiva son algunos de los factores que tengo en cuenta a la hora de armar un número. Muchas veces me funciona y muchas otras no y vuelvo a revisar y aprendo otra vez.

Quizás debería buscar un trabajo en relación de dependencia ahora que lo pienso jaja... Es una posibilidad, pero hoy es ésto lo que tengo y lo que siento y creo que está acá porque algo debo aprender.

Para mí el dinero habla mucho del autoestima, de la valoración por lo que sé, de todo lo que invertí en mi educación, del camino recorrido. Aunque soy consciente del contexto y sus limitantes, de la empatía hacia un otrx que quizás no puede acceder y de lo que tengo ganas de hacer (ya que muchas veces trabajo gratis por el propio placer de hacerlo).

Más que el dinero en sí, me parece importante que las mujeres empecemos a hablar de ésto. Que seamos parte de las decisiones, que nos independicemos desde un lugar adulto, que entendamos qué es mejor para invertir, cuándo hacerlo y cuándo no y permitirnos equivocarnos.

Tener una economía propia o estar informada de la economía general, si la misma se comparte, nos da libertad, nos hace figura en un presente que nos permite separarnos del fondo, de la sombra donde antes estuvieron nuestras madres y abuelas. 

El dinero y el éxito dan para otro artículo. Hoy escribo sólo para invitarte simplemente a reflexionar cómo es la relación que tenés con el dinero y si sentís que hay en vos creencias limitantes en relación a él o ciertos prejuicios y qué herramientas creés que son necesarias para eliminarlos o por lo menos cambiar algunas cosas.

Hablo siempre desde mi experiencia con la esperanza de que este espacio pueda ser aquello que hoy necesitabas leer, como yo necesitaba compartirlo.

Gracias por permitirlo y ser parte de esta comunidad.

Majo.